lunes, 7 de marzo de 2011

Cantando para celebrar a Petare en sus 390 años

 


Petare es una parroquia de Caracas que concentra un significativo porcentaje del total de población de la ciudad, con la particularidad de que la mayor parte de sus habitantes vive en  lo que nosotros por aquí llamamos barrios y en otros lugares conocen como favelas o tugurios. Pero Petare es también una de las zonas más antiguas de Venezuela, cuna de próceres como Lino de Clemente, de artistas como el pintor Bárbaro Rivas, y un lugar que guarda, como  una joya, uno de los cascos tradicionales más acogedores de la Región Central del país.




El pueblo de Petare, como se llamaba antes de ser absorbido por el crecimiento urbano de Caracas, fue fundado en 1621, aunque desde finales de 1500 ya se habían establecido allí encomiendas (fincas de conquistadores españoles en las que los pobladores originarios trabajaban en situación de esclavitud). El día de la fundación del lugar se colocó una cruz en el sitio donde todavía hoy se levanta la Iglesia, que mantiene el nombre original, Dulce Nombre de Jesús y en la cual tuvimos la oportunidad de cantar el sábado 20 de febrero para celebrar con los petareños los 390 años de la parroquia. 




Gracias a la invitación del Director de Proyectos de Cultura Miranda,   Carlos Rojas, pudimos participar dentro del marco de la celebración que se desarrolló por varios días y que estuvo plena de actividades de diferente índole, desde refraneros y cultores populares hasta conversatorios sobre historia local y conciertos de música coral y orquestal. 


Participamos de una concurrida misa, llena de niños y jóvenes, en la que las lecturas fueron hechas por los primeros, quienes además se mostraron muy entusiasmados con nuestra participación. Interpretamos partes de la Misa de Jazz de Chilcott y al terminar el oficio religioso, el párroco anunció nuestro corto pero emotivo concierto. Cantamos las obras: Salve Regina (Kucsar), que gustó mucho a la audiencia; María Matrem (Libro Rojo de Montserrat) y del repertorio latinoamericano, El Bodeguero (R. Egües, Arr. C. Monier), el Nocturno (Eduardo Plaza) y Si a mí me hubieran dicho (Beatriz Corona).


Realizamos nuestra preparación, previa a la presentación, en la sede de la Fundación Lamas. Agradecemos a sus miembros el uso de ese espacio, al grupo de logística de la Alcaldía del municipio Sucre su asistencia a lo largo de nuestra visita, y al párroco P. Armelín De Sousa, la estancia en el jardín de la casa parroquial, otra de las sabrosas casonas coloniales que vale la pena visitar en Petare.




Si viven en el Área Metropolitana Caracas y aún no conocen el centro de Petare los invitamos a recorrer un sitio lleno de calidez y de cultura, lleno de museos, música, teatro, identidad e historia. No se lo pierdan.

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